¿Los juguetes para parejas sirven para todos los tipos de pareja?

Últimamente estoy un poco parejil hablando de relaciones y juguetes para parejas, hoy, lo siento, me repito. Pero prometo que voy a parar, que pronto cambiamos el rumbo de nuevo. Hacía mucho que no hacía una review, así que he decidido contaros mi experiencia con uno de esos juguetes tan famosos que parecen la panacea a las penetraciones poco satisfactorias. A ya sabes de qué voy a hablar ehhh.

Seguro que nada más leerlo has pensado en uno muy conocido que abrió una nueva puerta a los sextoys exclusivos, en principio, para parejas. Sí, venga que lo digo We Vibe. No he tenido la oportunidad de probar ese sino otro que es, vamos a decirlo así, uno de sus primos cercanos. Gracias a un sorteo que hizo la sexóloga María Esclapez junto a su libro Inteligencia Sexual conseguí este juguetito al que he puesto a prueba y con el que pretendía comprobar si éste tipo de juguetes también sirven para parejas del mismo sexo.

Partner Plus forma parte de esos juguetes pensado para darle un extra a los encuentros eróticos entre parejas. Es un juguete muy flexible, presume de contorsionista del Circo del Sol, que se adapta bastante bien a la vulva e inicio de la vagina. Tiene forma de C o U, como queráis verlo y su funcionamiento es realmente sencillo. Tan solo tiene un botón en el que presionando unos segundo se enciende. Cada vez que lo apretamos podemos cambiar e ir probando sus 10 programas, 3 velocidades diferentes y 7 ritmos de vibración. Es recargable y sumergible. Como curiosidad está relleno de gel, de ahí que su tacto sea tan blando suave y se adapte con facilidad.

No os voy a negar que lo quería probar para comprobar esa idea que se me había metido entre ceja y ceja. ¿Los juguetes para parejas sirven también para las parejas homosexuales? En este caso el juguete está pensado y diseñado para relaciones heterosexuales y más concretamente para estimular a los dos durante el coito.

¿Cómo se coloca?

Por su forma ya se puede ver cómo va ir colocado. La parte más gruesa la dejamos sobre el clítoris y la más fina se introduce. No es demasiado largo, así que no va muy adentro. Al ser esta parte última más fina, nos permite ser penetradas a la vez que utilizamos el juguete. La misión: Estimular el clítoris sin necesidad de usar las manos y que ambos sientan la vibración. Cuando usamos estimuladores o masajeadores de clítoris también lo podemos hacer mientras nos penetran, pero el pene no recibe directamente el movimiento del juguete. Ahora sí.

Una vez colocado solo hay que ir cambiando y probando sus ritmos y vibraciones. Yo os aconsejo que uséis el juguete primero para encenderos un poco, rozaros, usarlo como un masajeador por donde os apetezca y dejarlo luego a un lado. Cuando ya la cosa se ponga seria de verdad, lo colocáis y os dejáis ir con él. Como estimula muy directamente el clítoris y el pene nota también directamente la vibración es difícil hacer que el encuentro sea largo. Pero oye que si os apetece uno rápido y con un orgasmo intenso, pues nada, aquí tenéis la varita mágica.

Otras opciones

Como todos, o casi todos, los juguetes sexuales podemos utilizarlos a solas. Se puede usar como estimulador de clítoris, aunque la verdad para eso ya hay otros, yo lo uso más cuando quiero centrarme en la penetración con un dildo o vibrador y no quiero tener la otra mano pendiente del clítoris. Se coloca de la misma forma que cuando lo usamos con nuestra pareja y podemos complementarlo con otros juguetes. Eso sí, elige uno que tenga una forma recta y ergonómica, no los que están pensado para el punto G porque al ser curvos rozan con el juguete y hacen más presión en el interior. Aquí cada una valora cómo le resulta más cómodo.

Mi reto era ver si dos mujeres podían disfrutar de él a la vez. Pues he encontrado varias alternativas. Una de ellas es ponerlo y que la otra se coloque sobre ella como en la posición de la amazona, así ambas pueden notar la vibración. En la teoría podía parecer una buen idea, pero la verdad es que no encaja muy bien con una vulva sobre otra y la que no lleva el juguete no siente tanto la vibración. Otra idea es hacer lo mismo que se hace en un encuentro erótico heterosexual, pero penetrando con un dildo o un vibrador. Puede hacerse con un arnés o strapon o directamente penetrar a la que lleva el Partner puesto. El placer está en ver a la otra disfrutar y en el caso de llevar el arnés sentir un poco la repercusión de esas vibraciones, porque no se notan mucho. Como última opción y para equilibrar un poco la excitación de las dos podemos usar un dildo doble, así ambas sienten el movimiento de los cuerpos y una de ellas añade el plus de este juguete. También está la solución de tener dos y que la otra lo lleve puesto al mismo tiempo. Pero claro es el doble de gasto y si todo hay que tenerlo por duplicado… pues podéis ir encargando un armario de ancho especial.

De todos modos, ninguna de todas las alternativas me ha convencido mucho. No me siento satisfecha con mi lucha de darle la vuelta a este juguete para que cualquier pareja pueda disfrutarlo. 

En el caso de ser una pareja compuesta por dos hombres, no puedo daros mi opinión ni he podido comprobar si funciona por razones obvias. Pero si alguien lo ha hecho y quiere compartirlo ¡adelante!

Una review de As Eroticas
Una review de As Eroticas

 

Calma nena, la regla puede ser mejor | Copas menstruales hay más de una

Ya ha pasado Halloween, la sangre y los sustos, pero parece que en tu baño sigue la fiesta porque, a primera vista, es el escenario de La matanza de Texas. ¿Por qué? porque ha venido tu querida amiga la menstruación y tú te has puesto a experimentar con nuevos modos de mantenerla entre tus piernas. Sabes de qué te hablo, ¿verdad?

Ilustración de La Lila, ilustradora feminista

Hace no mucho leí un post de una chica que harta de que todo el mundo le hablara de lo maravilloso que es usar la copa menstrual se atrevió a comprarse una y probarla. El resultado no fue nada satisfactorio y como os podéis imaginar su opinión sobre las copas menstruales pues no era muy buena. «Acusaba» a las defensoras de la copa de que no contaban toda la verdad, que todo parece muy bonito pero que luego no es así. Y puede que tenga algo de razón. Hace tiempo yo empecé con una y la verdad que le di puntos positivos, pero hay que ser sinceras, también los tiene negativos y al principio cuesta hacerse, sobre todo para sacarla y meterla.

Tiene razón, es incómoda y bastante escandalosa usarla en baños públicos. Si no tienes el lavabo al lado ya empiezas a agobiarte pensando a ver cómo lo haces para vaciarla, no olvidarte de llevar agua para limpiarla y volver a ponerla sin que montes el escenario de una peli de terror. Y… que la coloques bien, la sientas cómoda, no te haga daño y sobre todo, olvidarte de la constante paranoia de ¿me estaré manchando?

La copa menstrual vs tampones y compresas

Modo tampón. Cual chica de anuncio de tampones tu coges el tuyo, te lo guardas en el bolsillo, no sea que llames demasiado la atención (léase con ironía e indignación) y te vas al baño. Bajas la ropa, las bragas, te sientas, tiras, sacas, echas a la basura, abres, echas a la basura, metes, sube las bragas, sube la ropa, tira de la cadena, lava las manos y lista.

Modo compresa. Baja la ropa, baja las bragas, la quitas, echas a la basura, abres, tira envoltorio a la basura, pégala, espera me he equivocado mierda las compré sin alas, ah no esta vez lo he hecho bien, pero qué c… le pasa, por qué no pega, venga mantente ahí, no te muevas, límpiate, sube las bragas, sube la ropa, tira de la cadena, lávate las manos y lista.

Modo Copa (versión beta). A ver… parece que no he manchado mucho, alguna gota. Mete el dedo, igual dos, un poco más, sí ahí parece que pierde el vacío, ahora llega la hora de poner en práctica las lecciones de pilates y suelo pélvico, empuja un poquito… tira a la vez. Joe sí que estoy musculada ahí dentro (nota mental no quejarse más de la flacidez de mis brazos, centrarse en la fortaleza de mi vagina), un poco más de esfuerzo titánico y por fin fuera. Buff, a ver ahora voy al lavabo la limpio y de nuevo, a ver si me acuerdo cómo la doblé antes, hago una flor preciosa con ella y adentro. Arriba bragas, ropa, tira de la cadena, me lavo las manos. Comprobación, comprobación, parece que se extiende, me hace el vacío, no me dice nada, no parece que caiga. Venga, lista. ¡Espera! reconocimiento del lugar de los hechos, no hay restos de regueros de sangre, ni taza del baño manchada ni coágulo en el lavabo. Ahora sí, lista.

5 minutos después… voy hacer un pis rápido para ver que no esté chorreando.

Modo Copa (versión me siento súper bien con ella). Baja la ropa, baja las bragas, mete el dedo modo gancho, empuja un poquito, adiós vacío, músculos activados, tiro de su palito… y fuera. Vertido sobre el baño, me limpio, me acerco al lavabo, la enjuago, la doblo como yo sé y para adentro. Subo las bragas, la ropa, tira de la cadena, lávate las manos y lista.

¿El balance? que cada una elige lo que más le gusta y cómodo le resulte. Con los modos A y B nótense los residuos que se generan cada vez que vamos al baño a cambiarnos, sin embargo con la copa lo que más cuesta es el periodo de adaptación, pero generamos 0 residuos. Ya sé que ésto no es importante ni una prioridad para todas, pero si lo es, es una buena manera de reducirlos.

Síndrome del Shock tóxico

Con el uso de la copa menstrual no solo se reducen los residuos sino que también disminuyen los productos tóxicos que nos metemos con cada tampón y compresa. Como ya sabéis no mola nada todo esto de la sangre, la naturalidad y aceptar que las mujeres menstruamos, que es un proceso natural y necesario, así que mejor lo blanqueamos todo bien, aunque sea a base de lejías y tóxicos para hacer que todo parezca mucho más limpio.

A todas nos suena el SST, Síndrome de Shock tóxico, y cuando tenemos un tampón en la mano empezamos a pensar en todo lo que lleva ahí en su inocente apariencia, en lo que suelta cuando nos chupa y en si nos puede pasar algo. Sí, el síndrome existe, los tampones y compresas tienen sustancias nada beneficiosas para el cuerpo, pero también es cierto que el riesgo de sufrir unas consecuencias graves es bajo.  El SST es una enfermedad causada por unas toxinas producidas por la bacteria Straphylococcus aureus, esta bacteria es un micro-organismo que se encuentra en el cuerpo de las personas sanas de forma natural, habitualmente en la piel, nariz, axilas, ingles y vagina. Normalmente esto no supone un problema. El riesgo de SST menstrual relacionado con los tampones está asociado a la absorción: a mayor grado de absorción del tampón, mayor riesgo de contraer la enfermedad y viceversa por eso es importante utilizar uno adecuado al flujo.

Aunque el riesgo sea muy bajo yo lo de los productos que llevan no me lo quito de la cabeza (paranoias mías).

Mi copa menstrual y yo

Ahora mismo tengo 2 copas menstruales. Meluna, me ofreció probar una de sus copas y, como he tenido problemas con la primera, acepté porque quería comparar, que aunque todas parecen similares hay diferencias entre unas y otras.

Desde el principio para mí ha sido muy sencillo usarla, sí que que me cuesta a veces sacarla, pero por lo general estoy contenta. Es cierto que normalmente no tengo muchísimo flujo. Mi primera copa menstrual, de Iris Cup, es bastante blanda, se adapta bien pero su rabito me ha dado problemas. Está hecho como de pequeños círculos entre los que hay un espacio, pues bien, de tirar para sacarla se me ha ido rompiendo hasta quedarse justo la parte que sobre sale de la base de la copa. No sé muy bien por qué. Me he culpado a mi misma porque, como a veces me cuesta, tiendo a tirar muy fuerte y tal vez le hinco un poco la uña. Miradla.

Al estirar se rompe entre las uniones

Cuando me llegó Me Luna noté que al simple tacto es diferente. La silicona es más gruesa que la anterior, el reborde más duro y también cuesta un poco más doblarla. La primera vez que la usé me resultó muy incómoda. No me acostumbraba a ella. Estaba dura, me hacía daño porque la notaba demasiado rígida dentro y no terminaba de colocarla bien. Su forma es más redondeada que la otra, aunque tienen la misma talla, ésta es más achatada y la otra tiene una forma más de copa de vino digamos, más alargada. A simple vista no lo parece mucho, pero yo sí que lo notaba.

El primer uso fue malo, me manché, me sentía incómoda… como que no me encajaba. Pero insistí. Combiné los cambios, cuando con ésta no estaba a gusto me ponía la «vieja» y al hacer cambio volvía a Me luna y así fui adaptándola a mí y yo a ella. ¡Qué bonito verdad!

Aunque colocada no estaba 100% cómoda sorprendentemente su círculo de base hace que quitarla sea infinitamente más fácil de sacar. Estaba dividida. Dentro, no muy bien, pero es que sacarla ¡era genial! y con la Iris Cup me cuesta un montón.

Dos copas, dos formas

Tras un par de periodos ya somos mucho más amigas y ya la siento más mía. Ha cogido forma, se coloca muy bien y no me cuesta nada sacarla (punto súper importante).

Me Luna me gusta porque su forma es muy sencilla y porque ofrece, además de varios tamaños, que esto lo hacen todas, varias texturas. Hay Soft, más blanda y elástica, Classic, para la mayoría de las mujeres con una sensibilidad normal y Sport, más dura que la classic y hecha para pelvis muy entrenadas. Yo tengo la Classic y creo que me vendría mejor la Soft porque la noto demasiado rígida para mí. Pero como os digo, se me ha ido adaptando. Y en cuanto a los tamaños, hay talla S, M, L y XL. Depende del flujo menstrual de cada mujer, de la altura, la complexión, de si has tenido uno o varios partos… en su guía lo explica muy bien.

¿Qué copa es la mía?

Pero nada es absoluto y cada una de nosotras podemos elegir lo que más nos guste y se nos adapte mejor. Si los procesos de adaptación a cualquier método son duros, don´t worrry! todo lleva su tiempo. No te agobies, cógela y déjala cuando quieras y ya irás mejorando.

 

 

Sexo y chocolate | Better than chocolate 2 by Nomi Tang

¿Puede haber algo mejor que una onza de chocolate bueno derritiéndose en la boca? Esa sensación de fundirse sobre la lengua y que va calando las mejillas por dentro, traspasando los dientes y envolviendo la boca con ese sabor tan agradable.

¡Pues lo hay! no soy muy de tópicos y cuando se dice eso de que el chocolate sustituye al sexo… yo digo ¿por qué hay que sustituir nada? si podemos tener las dos cosas a la vez. Y yo ahora os propongo ¿y si añadimos un tercero? estoy pensando en un ménage à trois. Sí, es lo que estáis pensado, os traigo una review literalmente Better than chocolate 2, uno de los productos estrella de Nomi Tang.

Nomi Tang llama la atención por sus diseños y calidad, pero sobre todo por este juguetito que os voy a enseñar hoy. Lo han llamado literalmente así: Mejor que el chocolate/ Better than chocolate. Es un estimulador externo que puede utilizarse por todo el cuerpo y encaja perfectamente con la forma del pubis, lo que hace que cumpla muy bien su misión. Es un sextoy muy versátil porque sirve como masajeador, puede pasarse por cualquier zona erógena y después ir dejándolo bajar poco a poco hasta su destino. Como decía, y es algo que me ha asombrado, su forma se adapta perfectamente al pubis. Lo primero que hice al tenerlo en mis manos fue tocarlo, ver su textura, su forma de activarse y desactivarse y como la forma me llamaba tanto la atención lo coloqué directamente sobre el monte de Venus para ver como quedaba. Sí, como quien se prueba una camiseta, pero yo lo hago con los juguetes. Y me quedaba a la perfección, ni hecho a medida. Es una de sus características que más valoro, la capacidad de ajustarse a las curvas corporales.

Better than chocolate2
¿Por dónde empiezo?

Su funcionamiento es muy sencillo. Antes de usarlo hay que ponerlo a cargar. Incluye un cargador con USB que podemos conectar al ordenador. Para que alcance la carga total debe estar 5 horas. Al enchufarlo se enciende una luz roja parpadeante y una vez alcanzada la carga se cambia a azul. Para accionarlo debemos presionar el botón durante unos segundos y comienza a moverse. Ahora tan solo hay que ir probándo cómo recorre el cuerpo, qué modo de vibración nos gusta más de entre las 5 que tiene, con presionar una vez el botón es suficiente. Cada vez que lo presiones pasa a un modo nuevo. Pero lo que me encanta y me enamora de Better than chocolate 2 es el rectángulo blanco que marca su cabeza, el touch slider,  donde se sitúa el botón. Ésto para mí es su característica principal y lo que lo hace muy diferente a otros juguetes de estimulación externa. Al pasar el dedo suavemente por esta parte podemos aumentar o disminuir la intensidad de la vibración. Pero de verdad. Porque sí que existen juguetes a los que les puedes cambiar la intensidad, pero no varía mucho. En éste sí, va desde casi imperceptible, muy relajante y estimulante, hasta una intensidad muy fuerte.

Tengo que decir que me gusta mucho mucho esta cualidad. A mi me suele suceder que los vibradores tienen mucha potencia, lo que está muy bien y no voy a decir que no me gusta, pero, sobre todo al principio, me colapsa un poco esa sensación de vibración intensa y me gusta bajar el nivel. Jugar con los diferentes tipos de movimientos vibratorios y a la vez gestionar la intensidad con la que lo quieres sentir, es una combinación absolutamente perfecta. Además, es muy sencillo y no interrumpe nada el juego. Al mismo tiempo que lo sujetas y juegas con él, con un leve movimiento vas cambiando la intensidad y el modo de juego. Como os digo, excelente.

En cuanto a su condición de estimulador externo, pensado para el clítoris y vagina, pero válido y diseñado para que se utilice por todo el cuerpo, es el mejor que he probado.

Cómo es Better than chocolate 2 de cerca

Hoy he ido al grano y no me he detenido mucho es sus características técnicas, eso podéis consultarlo en la página web de Nomi Tang, pero sí os diré que el tacto es muy sedoso y agradable. No se resbala de las manos ni aun cuando le ponemos lubricante. El lubricante, siempre de base de agua, viene muy bien en el momento en que va deslizándose por la vagina y el clítoris para que fluya mejor. Se puede utilizar bajo el agua, hasta 1 metro de profundidad. Otra verdad es que no hace demasiado ruido. Todos los juguetes prometen ser silenciosos, pero al final si queremos potencia, es irremediable que suene, Nomi Tang con Better than chocolate 2 lo ha conseguido. Es potente, sencillo, atractivo y silencioso.

No puedo dejar de hablaros del packing. Los juguetes cada vez son más elegantes y se nos presentan de una manera muy atractiva, y éste no es menos. Tras la caja con la marca y la imagen del producto encontramos otra caja que recuerda al empaquetado de las joyas. Se abre y tachánnn ahí está Better than chocolate 2 reposando sobre una cama de tela sedosa. Los colores son muy bonitos y la combinación es acertada. El juguete importa mucho, pero ese momento de recibirlo, desempaquetar y abrirlo se queda grabado y si todo lo que rodea al objeto nos atrae y nos va acercando a la idea de un producto cuidado seremos mucho más receptivxs ante lo que nos promete.

En cuanto a Nomi Tang, es una marca reconocida y premiada. Éste mismo juguete fue reconocido por su diseño y funcionalidad con el Reddot design award. Con sede en Hong Kong, su creador parte de la experiencia personal y del feedback de expertxs y usuarixs para ir mejorando sus diseños a los deseos de los consumidores. Es su página web se pueden ver otros juguetes y el blog donde encontrar toda la información.

Pero como decía, no creo que haya que dejar a un lado el chocolate para disfrutar de un buen sexo ni que uno sustituya al otro, así que

¿con qué chocolate acompañaríais a Better than chocolate 2?

 

Prostituyendo palabras | Mi primera vez en el Prostíbulo Poético

Prostíbulo Poético es una asociación sin ánimo de lucro que conquista a través de las palabras susurradas al oído. En otras ocasiones ya os he hablado de esta iniciativa. Hace tiempo que la conocí, en parte gracias a la película de Erika Lust, Cabaret Desire, y porque llegó hasta mí gracias a la magia de Internet que todo lo conecta. En cuanto lo vi, esta particular forma de narrar historias, me conquistó. Pero había un problema, que se realiza en Barcelona, así que me quedaba un poco lejos. La semana pasada tuve la oportunidad de ir a la ciudad Condal para asistir al primer SexTech Talk organizado por la aplicación de móvil para parejas Desire, así que miré a ver si había algo programado que coincidiera con mi estancia allí y tuve la suerte de que uno de los días se celebraba Flechazos II, una cita en Guzzo Club, donde se podría disfrutar de una cena, productos de Bijoux Indiscrets y del espectáculo de Prostíbulo Poético.

El encuentro era en el citado club situado en el Born. Nada más entrar en el local vi que los productos de Bijoux Indiscrets hacían de comité de bienvenida. Parece que me pagan los de Bijoux, porque últimamente allá donde voy los menciono, pero no, para nada, es simplemente que me encantan y que casualmente también formaban parte de esa noche. Tengo que confesar que me salté la cena y fui directamente a las copas. Pedimos una mesa para dos. Nos situamos al fondo del bar en un rinconcito un poco escondido desde el cual veíamos todo lo que iba pasando. Al acercarnos pasamos por la mesa de la Madame y el roll up que anunciaba lo que estaba preparado para esa velada.

Vemos pasar a los putos y putas que forma parte del elenco del Prostíbulo. Se pasean por el club vestidos la mayoría de ellxs de negro, con encajes, satén, adornados con plumas, cintas y como complemento especial los productos de MAZE. Los chicos y las chicas comentan el ambiente, prueban las velas de masaje que han dejado sobre las mesas y miran sus pequeñas libretas en las que llevan escritos todos sus poemas.

Una de las chicas se fija en nuestra mesa y se acerca para preguntarnos si lo estamos pasando bien y si conocemos cómo funciona el Prostíbulo. Le dejamos que nos cuente. «Normalmente el espectáculo se desarrolla de forma diferente. Los putos y putas van pasando por un escenario recitando algunos de sus poemas, el público tiene la oportunidad de ver cómo lo hacen todxs ellxs. Pero esta noche no va a ser así». Es una velada diferente, por lo que si deseamos elegir a uno o una de ellas habrá que hacerlo a ciegas, sin saber qué sale de su boca antes. Nos cuenta que Madame Taxi es la que se encarga de recaudar el dinero del Prostíbulo, por ello hay que hablar con ella para concertar una cita en privado con la persona que queramos que nos susurre. Para darnos una pista de cómo se hace, nos pide permiso para hacernos una demostración. Ella es escocesa y escribe sus poemas en inglés y en castellano. Tiene un acento muy bonito que hace que sus palabras tengan una atracción especial. Se coloca entre los sillones y gira su cuerpo para susurrar al oído su poema. Primero lo hace traducido y luego en versión original en inglés. La demostración ha sido una buena forma de engancharnos. Nos deja de nuevo a solas con las palabras resonando aún en el oído. Vemos como algunos de los asistentes se empieza a animar y caminan atadxs a sus putxs. Se meten en rincones ocultos y tras un tiempo salen sonrientes.

Tras ver las caras de satisfacción de los clientes me levanto para ir a ver a la Madame. Espera a sus clientes recostada sobre un sillón. Junto a sus piernas tiene una mesita sobre la que hay una caja y unos dados. Le pregunto cómo puedo contratar a uno de sus pupilos. Me cuenta que no hay precio para las palabras. No saben cuál es el precio correcto para el encuentro entre dos personas. Por ello, dejan que el azar marque la cantidad que se paga por un vis á vis. Acepto las condiciones. Me deja los dados sobre la mano y yo los dejo caer a la mesa. El número resultante de la suma de los dos dados es lo que debo abonar por los servicios. A cambio ella me entrega una ficha. Esa ficha es lo que debo entregar a cambio de sus palabras.

A cambio de tus palabras

Vuelvo a mi sitio. Con la moneda de cambio entre las manos observo mis opciones. Bueno, siendo realista, y aunque dudé un poco, ya sabía cuál era la opción que más me atraía. Fui en su busca pero no lo vi. Volví a mi sitio. Estaba nerviosa, era la primera vez que acudía a uno de los encuentros del Prostíbulo y, aunque más o menos conocía la mecánica, no podía evitar estar un poco inquieta. De nuevo salgo en su busca y lo veo en el pasillo. Busco su mirada y le digo que tengo una ficha que quiero entregarle a cambio de sus servicios. «Perfecto», me dice. Vamos a los aseos del club. Para entrar hay una cortina de tiras de plástico anchas negras. Dentro tres huecos donde están los WC. Comprueba las puertas y vemos que el del medio está libre. Entramos y cierra la puerta con pestillo. La puerta y el techo del cubículo son espejos, por lo que nuestra imagen se refleja por todas partes.

Me pregunta si es mi primera vez, si soy virgen. Yo afirmo. Me explica que es un encuentro íntimo entre los dos, me tranquiliza y me dice que no me ponga nerviosa, que me relaje y disfrute. Antes de comenzar me cuenta su historia, de dónde viene y por qué está aquí. El es Nunca más, un esclavo que había recorrido el mundo pasando de amo a amo. Un día llegó a Barcelona donde conoció a Madame Taxi, ella le invitó a formar parte de su Prostíbulo y le dijo que nunca más volvería a ser esclavo de nadie. Ahora, solo es esclavo de sus palabras.

Me coloca contra una de las paredes. Me dice que cierre los ojos. Saca de su bolsillo una libreta pequeña donde lleva apuntados todos sus versos. Apoya una de sus manos a un lado de mi cabeza y se acerca a mi oído izquierdo. Empieza a recitar. Cuando acerca su cara a la mía noto un suave olor a tabaco. Y entonces pienso en por qué la primera vez que le busqué no estaba. Sigue narrando, susurrando, va dando intensidad a sus palabras. Según lo que va aconteciendo en las líneas va modulando su tono. Se acerca más a mi oído cuando las palabras se vuelven más tórridas. Tiene el pelo largo, uno poco de barba y bigote. Me roza en la mejilla. Cuando intensifica la pronunciación me da la sensación de que se mete por mi oreja. En la parte media y final del poema el deseo lo concentra todo, él se mueve al ritmo que versa, se deja caer un poco sobre mí elevando el movimiento al ritmo de las palabras. Y cuando las palabras acaban, tras un leve silencio se va alejando.

Abro los ojos. En ese momento te sientes un poco descolocada, al estar tan concentrada en el poema e inmersa en la acción parece que cuesta volver a donde estabas. Me pregunta si me ha gustado y me da las gracias. Salgo del baño satisfecha y contenta. Vuelvo a mi sitio para seguir con mi copa.

Prostíbulo Poético rondaba en mi cabeza hace mucho tiempo, pero tenía un poco de miedo a que me decepcionase. Pero no ha sido así. El ambiente y las personas que lo forman me han gustado. Si estáis en Barcelona o en una escapada os coincide que hagan alguna de sus performances os aconsejo que vayáis porque es una experiencia diferente, otra forma de disfrutar de las palabras y eso de encerrarte en un lugar con una persona desconocida que se introduzca en ti a través del oído es una sensación que merece la pena tener.

Recordad que no tienen un lugar fijo, tendréis que ir persiguiendo la pista de su inspiración.