Sexo y vejez, sí es posible| Etapas en la sexualidad III

Viejas y sexuales. Es una pareja no muy bien vista. Que una mujer mayor tenga libido, deseos y se de placeres nos chirría un poco. ¿Por qué? porque a las mujeres se nos ha educado como seres receptores hasta para el placer y por eso creemos que cuando una mujer ya es mayor, pierde todo el interés por los asuntos sexuales. Pero tengo la necesidad de tiraros esta idea a la basura, lo siento me veo en la obligación de decir que las mujeres mayores también tienen sexo.

Sí, las personas mayores follan. «La Sexualidad, la sensualidad y el erotismo NO desaparecen cuando envejecemos, lo que si varían son las condiciones físicas, médicas, emocionales o de relación que pueden incidir, influenciar o dificultar que nuestras relaciones afectivo-sexuales necesiten adaptaciones y por tanto, creatividad y mucha comunicación de pareja” es la respuesta de Zoraida Granados Palma, psicóloga, sexóloga y especialista en Intervención en Crisis, Duelo y Muerte, Atención integral a personas con enfermedad avanzada y sus familias, además de estar a cargo del gabinete CoNpasión. Y es mi aliada hoy para reivindicar que las personas mayores y las que se encuentran en su última fase de la vida también tienen deseos sexuales.

Si la vida sexual en la juventud fue placentera y satisfactoria condicionará su Sexualidad y la de su pareja en la llamada tercera edad, adultez tardía y/o vejez y tratará de mantenerla, en caso contrario, las personas que tuvieron un pasado disfuncional, por norma general, no buscarán alternativas ni ayuda, al considerar que no pueden darse mejoras”. “No todo finaliza cuando te jubilas, fallece tu pareja, o tus hijos abandonan el hogar familiar y se independizan. Así como no deben seguir las normas sociales inculcadas ni los estereotipos asociados a su edad”.

Como podemos comprobar a nuestro alrededor hay muchas maneras de llegar a la vejez y Granados incide en esto. No es lo mismo haber sido una persona activa y que se ha preocupado por el auto-cuidado y la vida íntima que una que, por muchos motivos se ha conformado. “Si estaba activo podemos favorecer la información, incitar en las novedades, mejoras, incluso que conozcan nuevas posturas o juguetes sexuales. En cambio, si la persona o personas no han disfrutado de una relación satisfactoria para uno de su miembros o para ambos, lo primero es conocer los motivos por lo que se encuentran en esa situación, si han realizado intentos, han sido exitosos o no, las dificultades, así como las facilidades para ciertos aspectos”.

¿juguetes sexuales en la vejez? ¡Por qué no!

Para las personas mayores llegar a este momento de sus vidas puede suponer romper con todo lo que han hecho hasta ahora. Ahora pueden dedicarse a lo que les gusta, permitirse sentir y buscar diferentes maneras de sentir placer sin prisas y ajustándose a sus verdaderas necesidades.

Uno de los problemas con los que nos encontramos en esta etapa es con la soledad. Muchas personas llegan a esta fase solas o empiezan a sufrir pérdidas importantes. Por ello, se han visto en la necesidad de vivir con familiares, pero ¿qué hay de su intimidad ahora? “Uno de los aspectos que las personas mayores peor gestionan al igual que sus familiares es cuando no pueden permanecer en su querida casa, sus cosas, su tiempo, su orden, sus manías y sus recuerdos”. “Las diferencias intergeneracionales se notan y surgen las desavenencias y los conflictos”. “Como cuando te encuentras en el Hospital, la intimidad es relativa, escasa e incluso inexistente. Se debe trabajar para concienciar tanto a los profesionales de la salud y de los cuidados, como a los familiares a promover la autonomía de la persona, respetar la intimidad y su dignidad. Por ello, deben disponer de un espacio, donde puedan tener sus enseres personales, fotos, recuerdos, se debe llamar a la puerta antes de entrar, preguntar antes de realizar cualquier intervención, cura, cuidado o aseo personal”.

El amor y la sexualidad en la tercera edad

Uno de los motivos de consulta más frecuente es cuando tras enviudar, divorciarse, el marido o la mujer, desean, por propia voluntad ir a una Residencia de Mayores, para no ser una carga para sus hijos, cuidadores y/o allegados, porque desean disfrutar de la compañía y las actividades que allí se ofrecen, evitar la soledad y relacionarse con personas de su generación o similares, y sus hijos son informados por el Centro o por el propio familiar que tiene pareja. Algunos familiares, entre ellos los hijos no lo conciben, incluso se lo prohíben, le impiden seguir con la relación por si la otra persona le engaña o pretende beneficios secundarios, y la típica frase: ¿qué vas a hacer ahora a tu edad?, ¿ya no te acuerdas de papá o mamá?. Los hijos deben comprender, que gracias a la relación que tuvieron sus progenitores, ellos son lo que son, por lo que no deben molestarse, ni ofenderse, ni escandalizarse”

El amor en las residencias de ancianos

El amor surge en las residencias habitualmente como comenta Zoraida Granados pero ¿qué sucede entonces? “Se les informa a los hijos, porque el Centro, considera que son ellos los que pueden o no dar permiso al personal del Centro e incluso a sus padres, en el caso hipotético de poner a ambas partes de la pareja en una misma habitación. Por lo que sí, y sólo sí, la nueva pareja, sus familiares y el Centro dan su conformidad se permite. Y en el caso, de que alguna de las partes se niegue, no se permite la convivencia ni el espacio donde compartir y hacer crecer una relación de pareja. Éstas son las Residencias más “modernas”, por llamarlo de algún modo. Pero, en la inmensa mayoría, si la pareja no está legalmente casada, no les permiten compartir habitación e incluso coincidir en las actividades”.

En esta etapa los estereotipos tampoco deben condicionar

Siguiendo nuestra línea temporal de vida vamos a llegar a un punto en el que ésta se vaya apagando. ¿Sigue habiendo sexualidad? “Sin lugar a dudas, una de las mejores maneras de finalizar la vida con amor, comprensión, dulzura y conexión”. Pero, “las personas al final de la vida, no desean tener relaciones sexuales completas, como entiende el resto de las personas, como es únicamente mediante la penetración. lo que demandan es tocarse, sentirse, fuera de los meros roces cuando les dan de comer, les limpian o asean, cambios de ropa y/o posturales.

Esto es lo que necesitan, desean y demandan, y si los profesionales de la salud, podemos facilitar eso, una misma cama, cuerpos en contacto, intimidad, tiempo…las personas se serenan, reconectan con su pareja e incluso pueden despedirse en sus brazos; un lugar conocido, cómodo, tierno y seguro”.

Zoraida Granados Palma

 

«Si estás vivo, puedes sentir y por tanto, disfrutar y sentir placer, con o sin compañía»

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