Llega el momento del enfrentamiento y salen todos los demonios. Nos echamos, como se suele decir, «los trastos a la cabeza». En los momentos de opiniones diferentes surgen las discusiones de pareja que nos llevan a pasar unos momentos nada agradables.
Esos momentos, aunque no lo creáis, también son positivos y son necesarios. Hablar de lo que no nos gusta, lo que nos parece mal o nos cuesta aceptar de nuestras parejas es construcción de una relación sana. Es bueno hablar, dedicarnos tiempo a esos momentos y tomarlos como la base para seguir creando una vida en común.
Es cierto que no todo vale. Muchas veces discutimos perdiendo el respeto, diciendo lo primero que se nos pasa por la cabeza y dejándonos llevar por el momento.
¿Cómo discutir de manera positiva?
Puede parecer contradictorio que la palabra positivo y discusión vayan de la mano. Para que una discusión sea fructífera es necesario ser capaces de ponernos en la piel de nuestra pareja. Siempre pensamos que nosotras/os tenemos la razón, pero ¿te has preguntado como se siente ella/él en ese mismo momento?
Si queréis discutir un tema lo mejor es hacerlo en un momento de tranquilidad. En un lugar donde podáis hablar sin interrupciones y donde os sintáis cómodas/os.
Sé empática/o. Esto quiere decir que no te olvides de que sois dos personas diferentes que compartís una parte de vuestras vidas. Lógicamente vais a tener opiniones diversas y posturas contrarias en algunos temas. El objetivo común debe estar presente pero siendo conscientes de que una pareja está formada por dos personas individuales que tiene en común ese proyecto. Aunque tú opines todo lo contrario, piensa racionalmente qué es lo que está diciendo y argumentando tu pareja.
Dar la razón a veces es necesario. Siempre queremos ganar y tener la verdad verdadera, pero a veces nos equivocamos y no pasa nada. Admitir una equivocación es un acto de humildad y nos hace crecer como personas porque aprendemos de nuestros errores. Si nos hemos dado cuenta de que no tenemos razón, ¿por qué no admitirlo?
Recapacitar y volver a hablar. ¿Cuántas veces te ha pasado que no metemos en un círculo sin salida hablando de un tema que no va a ninguna parte? Cuando nos encontramos en situaciones así, lo mejor es parar. Darnos un tiempo para pensar. Hacer otras actividades y volver sobre ello cuando hayamos rebajado la tensión.
Sé asertiva/o y escúchate. ¿Cómo te expresas cuando discutes? Hay muchas personas que lo hacen de manera acalorada y con una posición corporal y verbal muy agresiva. Esto no nos lleva a ninguna parte. Analiza tu lenguaje corporal, qué tono utilizas y cómo te enfrentas a estas situaciones. Si ves que puedes cambiarlo hacia uno más amable, ¿por qué no probar?.
No desvalorices los momentos de disidencia. Muchas parejas creen que las discusiones son síntoma de que la relación va mal y que deben dejarla. No siempre es así y por ello lo que debéis hacer es darle la vuelta y verlo como algo positivo, que os hace conoceros mejor y ver qué opináis cada una/o de diferentes temas.
En mi perfil de Instagram publiqué un pequeño vídeo sobre tips de cómo discutir en pareja y que no sea un drama. Os dejo el enlace al vídeo para que podáis verlo.
Discutir en pareja
Cero dramas y más positividad