Esto es una revolución y lo sabes. ¿O acaso no te ha picado la curiosidad por probar esos estimuladores de clítoris de los que tanto se habla últimamente? Con eso ya tenemos mucho ganado.
Puede que haya un gran trabajo comercial detrás y una buena inversión, eso no lo niego, pero de lo que no hay duda es que se habla más de masturbación que nunca. No de cualquier masturbación, sino del clítoris en particular y de tocarnos. Tocarnos sin pensar más allá que en el placer y la experimentación sexual. Este tipo de juguete erótico es muy estimulante y ha marcado un antes y un después en el placer femenino.
Podemos tener diversas opiniones sobre los succionadores de clítoris, pero lo que no podemos negar es que han hecho que se hable de forma natural en cualquier medio de la masturbación femenina. No hay periódico, radio o conversación familiar que se haya librado de sacar el tema y debatirlo. Es cierto que, a pesar de ser interesante y constructivo usar juguetes eróticos, a veces nos acostmbramos a las intensas vibraciones y nos olvidamos de que lo mejor es la combinación ente lo “tradicional” y lo novedoso.
El succionador de clítoris en pareja
Nos estamos encontrando con muchas parejas que se lanzan a los succionadores de clítoris como boya salvavidas del sexo rutinario. Sí, introducir en las relaciones este tipo de productos es beneficioso pero hay que tener cuidado con cómo lo hacemos. Seguro que con este ejemplo lo ves claro. Si empiezas a condimentar la comida con especias que alteran el sabor, al principio será diferente, te hará sentir el plato más sabroso y te atraerá más. Después, te acostumbrarás, te seguirá gustando pero el día que lo comas sin ese extra te costará acabarte el plato. Entiendes por dónde voy, ¿verdad?
Con las altas vibraciones ocurre lo mismo. Nos estamos acostumbrando a llegar al orgasmo a mil revoluciones y cuando compartimos el sexo con otra persona nos impacientamos porque en 5 minutos no hemos alcanzado el clímax. Las salas de espera de los consultorios se llenan de mujeres que ahora están preocupadas porque no son capaces de alcanzar el placer en un encuentro sin juguete. Lo primero de todo es que hay que olvidarse del reloj cuando hablamos de placer y deseos. Hay que darse tiempo y centrarnos en sentir. Buscar un momento tranquilo y un lugar es el primer paso. Asegurarnos de que nadie nos va a interrumpir y que vamos a estar centradas en nuestro cuerpo. No ir directamente a la zona genital es clave. Buscar otras zonas erógenas, escapar de lo conocido y buscar nuevas maneras de llegar a ese punto de no retorno es una idea que te animo a poner en práctica. Después, déjate llevar.
La solución para equilibrar el placer
La solución está en combinar. Usa estos juguetes realmente revolucionarios que hacen nuestra vida sexual mucho más atractiva y satisfactoria, pero sin olvidarnos de que otras opciones también siguen ahí y pueden ayudarnos a conocer mejor cómo funciona nuestro placer.
Investiga más allá del succionador de clítoris, hay otros muchos que también nos aportan un plus de excitación y que son menos fuertes, lo que hará que el placer llegue más lentamente.
¡Apunta esto! ¿Cómo funciona y debo usar el succionador de clítoris?
Realmente los llamamos succionadores, pero no succionan. No te creas que vas a ser absorbida por el aparato. Lo que realmente hacen es emitir unas ondas con aire y vibración en algunos casos que llegan hasta tu clítoris.
No lo uses solo en la vulva. También puedes estimular los pezones con ellos u otras zonas que para ti sean erógenas.
Si se te queda corto, ya existen los vibradores con succionador incluido para estimular interna y externamente a la vez.
No todas tenemos la misma anatomía y no cualquier juguete te va a ir bien, así que ¡tendrás que encontrar el tuyo! Hay muchos modelos, solo hay que mirar y experimentar hasta dar con el adecuado. Y si lo pruebas y no es para ti, a ora cosa mariposa.
