¿Por qué no tengo orgasmos con la penetración?

¿Aún nos preocupamos las mujeres por no alcanzar el orgasmo durante el sexo con penetración? Sí. Sólo hay que echar un vistazo a las preguntas que nos lanzan desde las redes. Hay muchas mujeres preocupadas porque durante la penetración no consiguen tener un orgasmo y si se tocan para conseguirlo se sienten culpables.

Esa culpabilidad por el placer se nos ha inculcado desde siempre y repercute directamente a nuestra satisfacción personal. Sabemos que si nos tocamos el clítoris o una parte que nos guste mucho, disfrutamos más y conseguimos un orgasmo más potente, pero a veces nos cohibimos por no «fallar a nuestra pareja». Esto sucede habitualmente en relaciones heterosexuales, pero en parejas lésbicas a veces también se da el caso cuando se utilizan juguetes.

La idea de fallar o hacer algo que le pueda molestar lo llevamos tan interiorizado que dejamos nuestro placer en un segundo plano anteponiendo el de la otra persona. ¿Y qué ocurre si seguimos haciendo esto? en una palabra insatisfacción. Y esa insatisfacción no se queda sólo en el terreno sexual sino que repercute al resto de áreas de nuestra vida. Por ello, ¡dejemos de anteponer otros deseos al nuestro! y si no tienes orgasmos con la penetración, ¡tócate!. Tócate sin remordimientos, sin vergüenza y con el egoísmo positivo más placentero que hay.

¿Por qué no llego al orgasmo con la penetración?

El mito del empotrador y otras ideas irreales y negativas de cómo debe ser el sexo y las relaciones están detrás de esta pregunta. Por eso, he hablado con Lara Herrero, sexóloga en Sexo Positivo y Dialogasex, para abrir la ventana, que entre aire y daros respuestas.

Tengo miedo al coito, ¿por qué me pasa esto?

Para muchas personas el sexo es la forma de comunicarse con su pareja de la manera más directa, pero hay ocasiones en que esto se convierte en una auténtica tortura porque en el momento de tener un encuentro sexual el miedo aparece y nos paraliza. Podemos desarrollar diferentes fobias sexuales, pero hay una que es la más común y que afecta en mayor medida a las mujeres por la educación sexual que recibimos, hablamos del miedo al coito.

Tener miedo al coito no quiere decir que no podamos disfrutar de las relaciones eróticas, ya que no afecta a todas las prácticas ni a todo lo que forma parte de nuestra sexualidad, pero sí que genera malestar emocional por no poder disfrutar plenamente de las relaciones sexuales.

¿Por qué tengo miedo al coito?

La heterosexualidad impuesta, así nos sentimos.

Ninguno de mis ginecólogos me ha hablado de estas cosas, tan solo preguntan por embarazos»

 

Hace aproximadamente un mes tuve mi cita de revisión con la ginecóloga. Desde hace unos años estas revisiones se hacen cada 3 años y en el sistema de salud vasco si no tomas pastillas anticonceptivas ni has tenido embarazos ya no formas parte de planificación familiar, sino que pasas a que la matrona tan solo te tome muestra (cuando sea necesario por una dolencia) y te examine . Pero esto no es de lo que os quiero hablar hoy, porque en cada comunidad el sistema sanitario es diferente, sino de cómo a las mujeres que tenemos sexo exclusivamente con mujeres o con mujeres y hombres se nos invisibiliza y no se nos informa de los riesgos de contagio y métodos de protección en las relaciones sexuales. 

Hace unos días en algunos medios de comunicación se alzó la voz por la heteronormatividad impuesta que sentimos y al leerlo me sentí totalmente identificada. En mi visita a la médica sus preguntas fueron si mantenía relaciones sexuales, dije que sí, si utilizaba alguna protección, respondí que no y entonces me pregunto ¿estás buscando?. Obviamente sabía a lo que se refería. Negué. Y entonces me preguntó que si mantenía relaciones y no quería quedarme embarazada, por qué no tomaba anticonceptivos o usaba condón, a lo que yo respondí que mi pareja actual es una mujer. Su respuestas fue ah mira eso que te ahorras. Tras la inspección salí pensando que no me había preguntado si era una pareja estable, si conocíamos nuestros historiales sexuales, si también manteníamos relaciones fuera de la pareja… nada. Y por supuesto para ellxs no hay métodos de protección más allá de la píldora y el preservativo masculino. He mantenido relaciones sexuales con hombres desde que era joven, más adelante empecé a compartir mi vida sexual también con mujeres y los métodos utilizados han ido cambiando. La píldora ha sido mi compañera desde los 18 años por tener ovarios poliquisticos y el resto de precauciones han ido surgiendo según el tipo de relación. Una vez en una relación estable con una mujer, ya mi sexo ha dejado de contar.  ¿Por qué el expediente sexual a lo largo de la vida no cuenta? ¿a caso no repercute en nuestra salud de hoy?

Seguí dándole vueltas y me di cuenta de que yo, que tengo un blog de sexo y el sexo todo el día en la boca, no conocía de cerca todos los métodos que hay para la protección sexual entre mujeres y bisexuales. Pero no soy solo yo, sino que abrí el debate, pregunté y he recibido muchas respuestas sobre cómo nos sentimos las mujeres en el sistema sanitario. Nos sentimos obviadas, no hay ninguna información sobre qué métodos se pueden tomar, cómo utilizarlos y la información brilla por su ausencia. Pero no sólo la médica, sino que los estudios sobre ETS y otros contagios sexuales en parejas lésbicas y bisexuales es casi inexistente.

Degenerando Bs As

Mi historia sirve para hacer ver que las personas tenemos un currículo sexual que debe estar presente en los exámenes ginecológicos y que cada persona tiene una historia detrás que marca su presente. pero como la mía hay muchas más.

Fenix, ha mantenido relaciones sexuales con mujeres y hombres y no siempre se ha sentido cómoda en las visitas médicas. «En mi caso he tenido dos ginecólogos, el primero no respetaba mi intimidad y decidí cambiar. Con el segundo me siento más cómoda, siempre me ha hablado abiertamente de ETS y riesgos, eso sí, siempre respecto a los hombres. Cuando le comuniqué que mi pareja era una mujer, no se sorprendió y me dijo: bueno, pues menos riesgos; pero no me informó de nada en especial, ni modificó la ficha que a priori era para mujeres heteros».

«Hace años que tomo la píldora por tener los ovarios poliquisticos (no como anticonceptivo) y simplemente hemos seguido igual. No me ha informado de los riesgos que se dan en el sexo entre mujeres ni los métodos para protegernos. Nosotras nos hacemos una analítica completa, y tenemos mucho cuidado con los juguetes sexuales, los lavamos antes y después y los desinfectamos antes y después de cada uso también. Pero es algo que es iniciativa propia y que nunca nos han recomendado»

Laura afirma que ha tenido diferentes experiencias a lo largo de su vida al acudir a ginecólogos. «Tengo 28 años y llevo acudiendo desde los 14 años por problemas de irregularidad en la regla. Tengo la sensación aún hoy de que lo que más les interesa a los ginecólogos con los que yo he tratado es el aspecto puramente reproductivo y cuanto más mayor me hago más lo noto». «Actualmente voy 1 vez al año a una consulta privada porque considero que con mi actividad sexual realizarme una revisión completa, citología incluida, en la Seguridad Social cada tres años es escaso y pone en peligro mi salud. Entiendo los riesgos que corro al practicar el intercambio de parejas con hombres y con mujeres por mucha protección con métodos de barrera que ponga. Así que, aunque supone un gasto extra, es algo en lo que invierto con mucho gusto.  Solo he tratado con una doctora que realmente me haya hecho sentir cómoda a la hora de explicarle mis dudas o miedos con total naturalidad, me hizo las pruebas oportunas, la enfermera salía de la consulta y la confidencialidad era total; y nunca dio por hecho que tuviera que ser madre en un futuro». «A la única ginecóloga que le conté que practicaba sexo con hombres y con mujeres fue a mi doctora anterior. Ella sí se interesó por informarme sobre las opciones que tenía disponibles más allá de la píldora. En la última visita, mi actual doctora no me hizo ningún historial, se limitó a informarme de que tenía vaginosis bacteriana, de lo que tenía que hacer para curarme y de que perdiera peso si quería quedarme embarazada. La verdad es que salí de allí teniendo bastante claro que no quería volver a la consulta con esa doctora. Quizás, la mejor experiencia que he tenido en este aspecto ha sido recientemente en una de las unidades de prevención y diagnóstico de ITS que me encontré en mi barrio en Madrid. Cada año más o menos acudo al Centro Sanitario Sandoval para realizarme pruebas de ITS pero por primera vez decidí hacerme las que ofrecían en este servicio en la calle. Sin necesidad de tener que explicar yo mi situación particular me ofrecieron información sobre las posibles enfermedades de transmisión sexual que podrían tener un contagio más frecuente con hombres y con mujeres. Me hablaron de la vacuna de la Hepatitis A y los beneficios que tendría en mí al practicar sexo anal, uno de los canales de contagio más frecuente. Fue la primera vez que un profesional sanitario me habló de los rectángulos de látex. También me recomendaron una guía específica sobre relaciones sexuales entre mujeres que estaba a disposición de la ciudadanía de manera gratuita».

También Sofía admite que las veces que ha acudido a la ginecóloga no se ha sentido arropada ni informada. «Las únicas preguntas que me han hecho han sido si mantenía relaciones sexuales continuas con una única pareja sexual o si por el contrario eran esporádicas. En ese momento mantenía relaciones esporádicas y automáticamente me recomendó tomar la píldora anticonceptiva». «Con esto estaba presuponiendo que mantenía relaciones sexuales sólo con hombres y, además, me preocupó mucho que no se informara más allá de un posible embarazo no deseado y que no me informara sobre posibles ETS o cualquier otra cuestión. Por lo tanto, y con todo esto, el sistema sanitario no alberga la opción de las mujeres que mantenemos relaciones sexuales con otras mujeres. No se nos informa sobre los métodos de protección que debemos usar ni sobre cuestiones que nos atañe. Yo todo lo que sé sobre protección y sexo entre mujeres es porque me he interesado en saber y conocer los límites de mi sexualidad. Me siento impotente y a menudo rabiosa por que el movimiento por los derechos de la comunidad LGTBIQ sí que ha conseguido de cierto modo que las relaciones sexuales entre hombres tengan cubiertas las necesidades sanitarias, por así decirlo veo más concienciado al Sistema en esta cuestión que en la nuestra».

«Armarizada» es el término que utiliza Ana para expresar cómo se siente cuando va al ginecólogo. «En vez de preguntarte directamente si eres activa sexualmente, te preguntan si tienes novio. Y eso implica dos cosas: que se presupone que no puedes disfrutar de tu vida sexual si no tienes una relación monógama tradicional y que eres heterosexual, sí o sí. Con estas premisas no me apetece aclararle a mi médico mi realidad; no me siento segura. Cuando informo de que tengo relaciones con mujeres lo único que me dicen es si ella se hace las pruebas de ETS, así que me he ido informando por mi cuenta». La sexblogger Thais Duthie siente que sus experiencias siempre han sido negativas «sufro dismenorrea y la única solución que me dan son los anticonceptivos. Y yo, que teniendo sexo con una mujer no voy a quedarme embarazada, considero que no es una solución real. Pero insisten mucho en que los tome… y a mí todavía me enfada más pensar que hemos viajado a la Luna, pero no hemos podido tomarnos un tiempo para investigar los dolores menstruales de algo cotidiano, que nos afecta a todas las mujeres en mayor o menor medida». «Todo lo que sé sobre métodos de protección lo he aprendido por mi cuenta. Es difícil encontrar la información y ciertos profesionales no tienen ni idea. Ninguno de mis ginecólogos me ha hablado de esto, tan solo preguntan por embarazos».

Pero no es solo la poca información recibida lo que nos hace sentirnos así, a veces las consultas se convierten en una situación violenta y desagradable, como le ocurrió a Ana, «tuve una situación incómoda con una médica de familia que me dijo algo así como si no hay penetración, no hay sexo, por tanto no hay riesgo de transmisión. A Laura su médico le dijo que por ser una niña bien seguramente no tendría nada. Para evitar estas situaciones, «cuando era más joven optábamos por donar sangre y así nos llegaba a casa una carta o un mensaje al móvil donde con total intimidad confirmábamos si padecíamos alguna de las ETS que ellos comprueban tras la donación» recuerda.

Comparto completamente el sentimiento de Sofía cuando dice que se siente impotente, como mujer bisexual y feminista, «veo que todavía no se concibe que una mujer no tenga relaciones falocéntricas o que pueda tener con hombres y mujeres».

Somos invisibles premeditadamente porque el sexo entre mujeres, es sexo sin función reproductora y sin penetración no interesa. Necesitamos información porque el contagio entre mujeres existe y va mucho más allá de las ETS y embarazos no deseados, el condón y la píldora anticonceptiva no es la única barrera que se puede usar para evitar contagios. 

Rompe la monotonía de los juguetes sexuales a base de IMPULSOS

Im-púl-sa-me

Así de claro te lo digo. Si has pasado por todos los tipos de juguetes sexuales habidos y por haber, si te sabes de memoria las pulsaciones y ritmos de tu vibrador, si Rabbit se te queda corto y tus orgasmos se han aprendido de carrerilla los pasos que te marcan tus sextoy, es hora de que metas la revolución entre tus bragas.

El mundo de la juguetería erótica está en constante cambio y cada vez son más llamativos, elegantes y atractivos los juguetes y accesorios, pero sigo encontrándoles una pega. A la hora de ponerlos en marcha sus formas de vibrar y estimularnos son muy similares. Abrimos el paquete, sus formas empiezan a ser atrevidas, ya no son los típicos dildos o vibradores de formas fálicas, sino que podrían ser casi objetos de decoración. Sus mecanismos también están evolucionando mucho, la mayoría de ellos nos ofrecen entre 10-12 maneras de vibrar en las que los ritmos y las intensidades se combinan. Para que sea del gusto de todo tipo de consumidorxs, ya casi todos incluyen los botones de aumentar y disminuir la intensidad. Todo esto está muy bien, pero siento que parece que en el mundo del juguete erótico está ya todo inventado y que, aunque cada temporada, conocemos juguetes nuevos, en el fondo no son tan novedosos. Hasta ahora. Tengo entre mis manos uno de los juguetes que ha revolucionado mis sábanas. Lo confieso. Nos conocimos en la fiesta de Lys Store el pasado verano y… no sé, me cautivó. Él era mi apuesta en la carrera de vibradores y yo me dediqué a toquitearlo sin miramientos. Lo apreté, lo acaricié, lo sobé y todo porque prometía que con sus impulsos me podía hacer ganar aquella carrera y la siguiente en mi cama. La carrera sobre la mesa no la gané, pero me quedé con las ganas de ver si a la otra podía vencer.

Fun Factory está detrás de la revolución hecha juguete. Ha creado una nueva línea de vibradores que denomina IMPULSORES, y éste es mi nuevo mejor amigo. ¿Qué hace? meterse, meterse y meterse poco a poco a base de pequeñas (o grandes según te guste) percusiones. El movimiento puede combinarse con la vibración o no. Han pensado en todo. Puedes ponerlo sólo como impulsor y entonces comienza el movimiento y puedes añadirle diferentes formas de vibrar. El movimiento impulsor se asemeja a una penetración. Ya sabemos que el sexo no es solo penetración, pero éste es el único juguete que nos ofrece una nueva función. Además de vibrar, de cambiar los ritmos e intensidades, se añade la opción de que ejerza ese movimiento que se siente como si un pene estuviera dentro moviéndose. Como os podéis imaginar me dejó loca. ¡Cómo! ¡que habéis conseguido que un vibrador sea todavía mejor!

Impulsor de Fun Factory con todo su pack.

Fun Factory, marca de prestigio, conocida por sus juguetes innovadores y de alta calidad, me ofreció probarlo y acepté encantada, por supuesto. Seguro que os suena su maravilloso y divertido packing. Pues ahí, junto a un limpiador de juguetes y un lubricante, me llegó mi Impulsor. De nuevo lo acaricié, toqué e inmediatamente lo puse a cargar para probarlo en cuanto tuviera ocasión. Su tacto es muy agradable, se le nota como una especie de rugosidad en el material que es muy diferente al de otros juguetes. Tiene un contorno grueso y una forma perfecta para la penetración. El mando se diferencia en color negro y en él se encuentran los botones. Tiene 3 botones el de signo -, singo + y su característico punto rojo donde pone Fun. Nos ponemos en marcha:

  • Fun más + = desbloqueo del vibrador. Aprieta de nuevo Fun para que empiece el movimiento.
  • Apretamos el + para ir cambiando de modo de impulsar. Samba, Rumble, Quicky, Roller ball, Viena Waltz y Rumba. Para retroceder le damos al -.
  • Apretamos el – para iniciar el modo algoritmo, que son las maneras de vibrar que se combinan con los impulsos. Rattle, Gallop, Dirty dancing. Para volver sobre cada uno pulsamos el +.
  • Para pararlo presionamos 1 vez el botón Fun.
  • Para bloquearlo y que no nos de sorpresas accionamos a la vez Fun y -. Cada vez que bloqueamos y desbloqueamos suena, así nos aseguramos.

Aunque parece complicado, es muy sencillo de usar

Todo es combinable. A principio parece un poco complicado el sistema de pulsaciones, vibraciones y ritmos, pero en el momento es muy sencillo.

A mi me ha parecido un juguete diferente y necesario. Uno de sus puntos positivos es que como tiene la función de impulsar, penetrar, hay que mover menos la mano y la muñeca se resiente menos. Las vibraciones, 10 modos en total, son muy intensas y con la función penetrante se aumenta su efecto. No es como los vibradores que vas pasando de una a otra, en este caso se siente más profundamente por el propio movimiento del sextoy.

Lo único que me resulta chocante es su contorno porque no había probado ningún juguete de Fun Factory, y ésta es una de sus características, al ser más grueso el sentimiento de «lleno» en el interior de la vagina es mayor. Tiene una leve protuberancia hacia el mango por lo que el clítoris también se siente estimulado. El que yo tengo no tiene parte externa para el clítoris, pero hay un modelo que sí lo incluye. El final del tronco también tiene una leve elevación para facilitar la entrada y salida y para rozar la parte interior de la vagina. Con todo esto ya os podéis imaginar cómo es. No le falta detalle.

Como cualquier otro juguete es tan divertido usarlo solx como en compañía, y he de decir que llama la atención y da mucho, pero que mucho juego. No se recomienda su uso anal (en este modelo), es principalmente para uso vaginal. Yo os recomiendo que primero juguéis con el externamente, los vayáis acercando hacia la entrada de la vagina y poco a poco, bien lubricado y ayudadxs con el movimiento impulsor vayáis introduciéndolo. Es muy placentero ir haciéndolo poco a poco. Probad a hacerlo medio recostadxs, casi sentadxs.

Puede usarse bajo el agua, se carga de forma magnética e incluye el cargador. Como pega, diría que pesa bastante, claro que para conseguir lo que nos hace sentir, dentro tiene que estar bien equipado, pero sí que es pesado para transportar.

Como no me conformo con probarlo y daros mi opinión, he pedido a Fun Factory que nos cuenten los secretos que hay detrás de los Impulsores y cómo se les ocurrió romper con la monotonía en juguetes sexuales y provocarnos con esta nueva generación.

En la juguetería erótica están apareciendo nuevos diseños de productos, cada vez son más atractivos e innovadores en sus formas y elementos tecnológicos. Pero sin embargo, todos utilizan un mecanismo similar que a efectos de las y los consumidores se resumen en unas prestaciones muy parecidas. El diseño cambia, la forma de cargarlos, de manejarlos, pero a la hora de utilizarlos la mayoría de ellos tienen unas vibraciones, ritmos e intensidades muy similares. Fun Factory ha roto un poco ésta norma creando un nuevo sextoy, el impulsor, que imita al movimiento del pene y ha conseguido reunir en un solo producto todas las cualidades necesarias para conseguir un producto original, diferente y que ofrece otro tipo de satisfacción.

  • ¿Cómo surgió crear este juguete?

El público nos pedía juguetes que tuvieran efecto de empuje e imitaran los movimientos naturales de la penetración. Por aquel entonces, en el mercado solo había unas máquinas enormes que ocupaban casi toda una habitación que tuvieran esa función. Nuestros ingenieros, como buenos alemanes, aceptaron el reto y conseguimos crear esa tecnología de empuje y concentrarla para que cupiera en la palma mano. Además aumentamos la potencia y la capacidad de satisfacción. Así desarrollamos una tecnología única en el mundo que hemos patentado.

  • ¿Qué es lo que les llevó a pensar que el “impulso” era lo que les faltaba a los juguetes eróticos?

Nuestro equipo de I+D siempre está a la búsqueda de nuevos tipos de sensación y estimulación que hagan la vida sexual de los usuarios más placentera y divertida. En ese momento los juguetes se enfocaban, básicamente, en la fricción o vibración, pero no había nada con movimientos realistas de empuje y fuerza que tan intrínsecamente pertenecen al sexo. Por eso decidimos crear esta nueva categoría de juguetes. La mayoría de los usuarios que lo han probado, coinciden en que es como tener a tu mejor amante guardado en el cajón listo para usar cuando quieras, y que ¡además no se cansa! 😉

  • ¿Fue fácil conseguir este efecto? ¿varía mucho su mecanismo al que tienen el resto de vibradores?

Fue un proceso de desarrollo laborioso que duró dos años. Todo el equipo de ingenieros trabajó muy duro para crear los impulsores: diseños, test de calidad, funcionalidad, impermeablidad, etc. El mecanismo es completamente diferente al de los vibradores, ya que no se trata de un vibrador sino de un impulsor y lo que le da ese movimiento característico son unos imanes en su interior.

  • ¿Cómo ha sido recibido por el público?

El público ama los Stronic desde el primer día y su reacción cuando lo tienen por primera vez en la mano es ¡WOW! Cada día más mujeres, hombres y parejas tienen uno en su mesita de noche. A día de hoy es uno de nuestros productos más vendidos en todo el mundo.

Hemos llegado a recibir cartas y mensajes de clientes agrandeciéndonos haber creado estos juguetes.

  • De momento hay tres modelos de Impulsores, ¿habrá más en el futuro?

Sí, siempre estamos creando e inventando cosas nuevas, así que ¡estad muy atentos a novedades este invierno!

  • ¿Hay algo que pueda hacer a este juguete todavía más especial y satisfactorio?

Además de que de por sí ya es un juguete único, hay muchas formas de disfrutar de él de una forma aún más innovadora. Prueba a usarlo sin manos, apoyándolo en la cama o contra la pared y él solo se empujará para darte placer. O da rienda suelta a tu fantasía y úsalo mientras estimulas o te dejas estimular por tu pareja, y así conseguiréis ser uno más en el dormitorio.

  • El mundo de la juguetería erótica está en continuo cambio, pero desde Ars Eroticas tenemos la impresión de que se está centrando la atención en la creación de nuevos diseños y de impactar a través de la imagen, pero no hay productos realmente innovadores que nos ofrezcan otra forma de jugar. ¿Qué opinan de esto desde Fun Factory, una de las empresas más importantes e innovadoras?

Fun Factory es pionera en ofrecer al público nuevas formas de jugar. Desde que nacimos, allá por 1996 esa ha sido nuestra misión. Hace ya más de 20 años que entramos al mercado revolucionando la industria de los juguetes para adultos. Fun Factory fue el primer fabricante en utilizar silicona 100% médica respetuosa con el cuerpo, dar diseños divertidos a los juguetes, colores, crear el primer vibrador recargable, crear los impulsores, etc. Nuestra última innovación es la línea de vibradores Battery+. Son los vibradores a pilas más potentes del mercado: la intensidad de la vibración se mantiene constante aunque se vayan agotando las pilas y, además, gracias a su tecnología inteligente de recarga, funcionan con pilas alcalinas tradicionales o con pilas recargables que puedes cargar dentro del juguete con el HYBRID KIT, ¡como si fuera un juguete recargable!

Fun Factory ofrece toda una experiencia con sus juguetes, os animo a que lo probéis porque es realmente diferente a otros.

FEEL THE FUN!

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