Hombres feministas y unicornios reales 🦄

Los hombres feministas son como los unicornios, ahora mismo están en todas partes, hasta se nos meten en la cama, como los hombres feministas. Nos hemos acostumbrado a su presencia y por eso ahora dudamos de si realmente siguen siendo un animal mitológico o existen de verdad. Con tanto boom estoy segura de que las niñas y niños ya no se plantean su existencia, creen que existen y corren libres por el campo. Como los hombres feministas.

Hace unos días tuve una de esas súper conversaciones de cocina con mi pareja. Son esas que surgen sin más, de un pensamiento que te ronda y del que sale toda una nueva teoría. ¿Los hombres feministas existen de verdad?

El feminismo ha logrado hacer que muchos hombres (voy a ser positiva y decir muchos) se replanteen qué papel tienen ellos en la sociedad. De ahí han surgido, desde los años 70, muchos grupos que defienden una nueva masculinidad y que se reúnen para cuestionarse cómo ellos colaboran para dejar de mantener este sistema patriarcal. Pero, aunque esto me parece positivo, me siguen rechinando un poco los oídos cuando un hombre habla de feminismo. Voy a ser sincera: no me gusta. No me hace ninguna gracia, ni creo que se deba dejar el espacio para que un hombre alce la voz hablando de nuestra lucha. Necesitamos aliados y aliadas, sí, pero aliados, no personas que busquen protagonismo y cojan una pancarta el día marcado o salgan en televisión cuando queda bonito.

¿Qué es un hombre feminista?

Un hombre feminista es aquel que de verdad se cuestiona el sistema en el que ha crecido y del que ha aprendido y decide cambiarlo activamente. No es arbitrario que diga activamente y es que muchos son feministas en la calle y en las reuniones pero ¿actúan de verdad cuando están ante una situación injusta o discriminatoria hacia una persona oprimida? Es fácil repetir un discurso, lo difícil es aplicarlo.

Repartir las horas de conciliación y corresponsabilidad, repartir la dedicación a temas familiares, ceder espacios y tiempos para que las mujeres puedan desarrollarse sin menos obstáculos son algunas de las cuestiones que un hombre feminista debe plantearse. Muchas veces oímos eso de «si ella puede hacer lo que quiera y yo le digo que no hace falta que haga esto o aquello» «yo le animo a que haga otras cosas» y yo les pregunto a esos hombres: ¿te has dado cuenta que no solo tienes que repartir el espacio y el tiempo con tu pareja sino que tienes que perder tus privilegios, renunciar y ceder para que ella pueda cogerlos?

Y es que ahí está la clave. Es donde duele tanto el feminismo, en el tocado y hundido de los privilegios. Si eres un hombre feminista o pretendes serlo es en ese punto donde debes actuar. Di no a tus privilegios o evítalos en la medida en la que puedas. Es cierto que nuestra sociedad está construida en base a esos privilegios y hay muchos que por mucho que tú te plantes se te imponen, pero está en tus manos deshacerlos públicamente.

Nuevas masculinidades, ¿mismos hombres?

Hay otra cosa que me preocupa y es que todo esto de las nuevas masculinidades a veces me mosquea un poco y me pregunto, ¿es una nueva forma de meterse en el feminismo? y no de forma positiva, sino buscando una nueva presencia. Ellos tiene presencia, posición y representación en todos los ámbitos de la vida social y ahora que tenemos un espacio fuerte para nosotras, han creado éste que atrae la atención casi más que el propio feminismo. No es una novedad, desde los 70´s y 80´s en España hay grupos de hombres trabajándose la masculinidad y cuestionando el heteropatriarcado, pero en estos últimos años que el feminismo ha cogido más representación mediática es donde han resurgido.

Que se preocupen por contribuir o por apoyar me parece fantástico, siempre y cuando lo hagan desde un lugar de distancia respetando quiénes son las que deben llevar la cabeza de la lucha.

Separarnos a veces resulta incomprensible para muchas y muchos, y se cree que es una respuesta infantil a la exclusión que hemos vivido y aún vivimos. Pero la realidad no es así, tristemente aún sigue siendo necesario buscar un espacio de confort para poder compartir inquietudes y crear alianzas al margen de los suyos. Y ¡qué narices! que también tenemos derecho a nuestros propios espacios donde seamos sujetas de la acción.

Una vez escuché a un hombre defender que nunca dirá que es feminista, no porque no quiera o vaya en contra del feminismo, sino porque aún no creía posible erradicar todos los privilegios que se les da a los hombres y por tanto no podría llamarse feminista porque la realidad de los hombres no lo es.

Ya fuimos al #7N ¿Y ahora qué?

Madrid se rindió a la revolución feminista durante la jornada del #7N. Asociaciones, ONGs y personas a nivel particular hicieron un esfuerzo extra por estar allí, por involucrar a sus círculos más cercanos incluso ofreciendo transporte para que nadie se quedara en casa. El movimiento en las redes sociales ha sido espectacular. Tras el subidón de la marcha, volvimos con las energías renovadas, con aún si cabe más ganas de luchar, de defender nuestros derechos, de erradicar el patriarcado de una vez por todas. Durante los siguientes tres días nos acostamos y levantamos con con la noticia de que de nuevo cinco mujeres habían muerto asesinadas por sus parejas. Y no cesa.

Durante la manifestación  se han visto caras conocidas de políticos/as de turno y representantes. Han sido destacados en las noticias por su «implicación» en la causa. Estuvo muy bien, todos salieron en la foto, ¿y ahora qué?.

Es necesario realizar este tipo de actos porque visibilizan el movimiento social, hacen que todo el mundo se entere de lo que está pasado, de que nos están ASESINANDO, de que no vamos a permitir más violencia de ningún tipo en ningún lugar. Pero, la lucha no es una fecha marcada en el calendario a la que se va y luego nos volvemos a casa tan contentos. La lucha es diaria, cotidiana, debe vivir en todos los aspectos de nuestra vida. Tenemos que tener ese espíritu de revolución cuando vamos a trabajar, cuando vamos a la compra, cuando salimos, dentro de los hogares. Porque así es como se consigue, no dejando ni un pequeño espacio para que el patriarcado siga vivo.

La próxima es el 25 de noviembre, día de la violencia contra las mujeres. Volverá a pasar lo mismo. Habrá concentraciones, manifestaciones y se hará el recuento de todas las mujeres asesinadas. Como siempre, los datos no serán reales ni objetivos. ¿Qué hay de las madres, hijos e hijas, amigas, vecinas que mueren asesinadas junto a esas mujeres? ¿acaso no son víctimas también? ¡pues que aparezcan en los datos oficiales!. Después de todos los actos organizados para ese día, la «normalidad» volverá a las calles y el tema en los noticieros de nuevo será secundario. Ahí es donde esta la verdadera pelea, en conseguir que no sea un tema que pasa de moda, esto no es algo pasajero.

¿Y ahora qué hacemos? No dejar de luchar ni un solo día. Llevarla con nosotrxs siempre pegada en la piel y defenderla hasta que consigamos que esto pare. Nos queremos vivas, nos queremos LIBRES.

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Nuevas experiencias. Stop Gordofobia

Siempre digo que el feminismo es alimento para el alma. Es una forma de vivir, es una nueva manera de ver la vida, es una herramienta para luchar, para conseguir. Pero no siempre es satisfactorio ni placentero, porque cuanto más lila se vuelven tus pupilas más doloroso es mirar la realidad que nos rodea.

Esta semana he tenido la oportunidad de acudir a una de las charlas/talles que las compañeras de Stop Gordofobia ofrecieron en Bilbao. Fue una experiencia muy enriquecedora. Durante las dos horas que duró, se habló de la presión social que existe para encerrarnos en determinados estereotipos según los cuales todxs debemos ser cuerpos perfectos. Y la ridiculización de los cuerpos no normativos. La presión por querer ser como lxs demás y ser aceptadxs. Para que conozcáis mejor su proyecto os dejo su página de Facebook y desde Ars Eroticas les agradecemos que nos hayan visitado y abierto un poco más la mente.

Como suele ocurrir con estos encuentros, te llevas mucho más que simplemente una charla distendida. Te llevas en trozos de papel anotados como garabatos nombres, textos y apuntes para seguir alimentándote. Uno de los nombre que apunté fue el de Constanza Álvarez. Todo un descubrimiento.

«Activista lesbiana anarko-feminista. Performera y tallerista en curso, proletaria de la feminidad, activando desde lo monstruoso, las disidencias corporales desarrollando temas como la politización de la gordura y la cuerpa, la heterosexualidad como régimen político, lucha antipatriarcal y  antiespecista, post-porno, alianzas con transytravestis, hiperfeminidad, bondage y nuevas exploraciones con el dolor, entre otros»

Esto es solo una pequeña parte de ella. Os recomiendo que veáis su corto «Manifiesto Gordx« que hizo junto a Samuel Hidalgo. Los prejuicios dejadlos en la puerta.

Tirando del hilo acabé en una página súper interesante. Hysteria revista. En ella hay muchíiisimo material y todo muy aprovechable. El empoderamiento de las mujeres, de TODAS las mujeres y en este caso de las Gordas, sin prejuicios, sin ideas preconcebidas.

En este artículo de eldiario.es encontraréiss más detalles http://www.eldiario.es/sociedad/Gordofobia-delgada-feliz_0_304820370.html

Y no os perdáis estos vídeos

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