Casi todo el mundo usamos lubricante en nuestras relaciones sexuales porque ayuda a tener una experiencia más cómoda. Sin embargo, la mayoría de las veces desconocemos qué componentes tienen esos lubricantes y esto puede ser la respuesta a posibles problemas de fertilidad.
Nada nos puede hacer pensar que un producto tan sencillo e inocente a veces puede no ser tan bueno como parece. Pero algunos geles lubricante contienen sustancias que con el uso repetido afecta a la movilidad de los espermatozoides e incluso dañar la flora natural. De ahí la importancia de comprobar qué tipo de producto estamos consumiendo y conocer sus componentes. No siempre es sencillo ya que en algunos casos, como el de los preservativos que vienen impregnados con lubricante es una tarea muy complicada saber de qué se compone ese lubricante. Nuestra salud sexual y reproductiva está en juego y por eso hemos hecho un artículo especial en Nova Life donde buscamos respuestas a todas estas dudas. ¿Debemos dejar de usar lubricante?
El uso del lubricante es algo muy habitual en nuestras relaciones sexuales. Ayuda a que aumente la lubricación natural, nos permite jugar y alargar el placer e incluso en algunos casos está recomendado médicamente para aliviar algún problema a la hora de mantener relaciones. Sin embargo, hay algo que no nos han dicho nunca: algunos lubricantes pueden estar afectando a nuestra esterilidad.
La ausencia de un ambiente húmedo en la vagina no es nada agradable para las mujeres. Por ello, es tan importante no centrarse simplemente en los genitales, sino atender a todo el cuerpo para que se vaya produciendo una buena lubricación. Esta sequedad tan molesta suele materializarse cuando el objetivo de las relaciones es el de quedarse embarazada y el sexo se convierte en un acto mecánico. Muchas parejas sufren durante este tiempo consecuencias físicas y psicológicas por la presión de concebir que no llega y se convierte en el fin último de cada encuentro erótico.
Muchas de esas parejas obtienen en los lubricantes una ayuda extra para hacer que sus relaciones fluyan mejor. Es más, hay lubricantes que prometen mejorar la movilidad de los espermatozoides y ayudar en la fecundación. Es indispensable mirar y valorar qué lubricante se compra ya que algunos contienen espermicida, lo cual sería ir en contra del objetivo que buscamos. Del mismo modo, hay que prestar atención a los componentes que tiene el lubricante para que no dañen el pH de la vagina. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el valor óptimo del pH para que el espermatozoide tenga una buena movilidad es de entre 0,7 y 8,5. Similar al de la mucosidad cervical de las mujeres, que se hace más ácida en el momento de la ovulación.. Cuando sentimos sequedad y usamos lubricante no nos fijamos en este dato. Para que un lubricante no afecte negativamente a nuestra fertilidad su pH no debe bajar del 7, si no se produciría la destrucción de espermatozoides.
A este respecto, Zoraida Granados Palma, psicóloga y sexóloga de gabinete psicológico ConPasión, recuerda la importancia de conocer qué tipo de productos estamos usando y apunta a que no solo los lubricantes afectan a la modificación del pH, sino que “Las etapas de estrés, una dieta e hidratación deficientes, el hábito de vestir tangas y ropa ajustada, de tejidos sintéticos, el abuso de productos de higiene íntima perfumados o las duchas vaginales también desequilibran el pH vaginal”. Aconseja siempre usar lubricantes de base acuosa “Porque son hipoalergénicos” y evitar los de base oleosa.“Los lubricantes de base en aceite como la vaselina, alteran el pH vaginal y posibilitan que los gérmenes queden adheridos a las mucosas por más tiempo. Son facilitadores de posibles infecciones”.