La verdad no sé de qué me sorprendo. Me enteré tarde porque estoy en un período en el que la información la recibo un pelín tarde, por decisión propia, por intentar tomar distancia con todo lo que no me gusta del mundo en el que nos encontramos y por esta razón hay veces que me entero de cosas algún día más tarde. Tampoco es que viva en otra galaxia, porque al final no puedo evitar estar ahí para empaparme bien de lo que pasa, pero esta pequeña distancia me permite tomarme las cosas de otra manera. Por salud más que nada. Bueno pues viendo un programa escucho que en los Juegos Olímpicos de Río el COI junto al Ministerio de Salud van a distribuir alrededor de 450.000 condones, 100.000 preservativos femeninos y 175.000 botes de lubricante a los y las atletas, personal técnico y otros miembros de las delegaciones. Según el diario El País «es el triple del contingente ofrecido en Londres en 2012, el mayor hasta ahora, y resulta en una media de más de 42 preservativos por atleta para los 17 días de la competición. Los condones, sin embargo, estarán a disposición de todos los ocupantes de la Villa Olímpica, unas 17.000 personas entre técnicos, entrenadores, directivos y atletas». Me pareció un tanto extravagante. Una parte de mi pensó, bien que les inciten a protegerse y a utilizar métodos pero por otro lado… automáticamente pensé en lo que hacía meses venía leyendo e investigando. El aumento de la prostitución (en gran número infantil y procedente de trata) que se iba a producir en la capital brasileña a causa de estos juegos olímpicos y otro tema muy preocupante, el aumento constante del número de violaciones que se producen en el país. El hecho de que junto a las olimpiadas se venda un turismo sexual descarado y descarnado me parece realmente preocupante. Antes se ocultaba. Sabemos que allá donde se produce un evento de estas magnitudes la prostitución y los abusos se suceden incluso más a menudo que de normal, pero que ahora se utilice como reclamo turístico ya es algo que me aterra. Y sino echad un vistazo a los medios de comunicación.
En los meses previos al inicio de los juegos ya se comenzaron a realizar movimientos de mujeres que se trasladaban a la ciudad para ir haciéndose un hueco. Las historias que encontramos por Internet tienen algo en común, la mayoría de «empresarios» y trabajadoras no tienen mucha experiencia previa en el negocio. Tan solo han apostado por la prostitución para aprovechar el empujón que los juegos prometen dar al país y hacer una pequeña fortuna que les permita volver a sus vidas normales. Son ingenieras, azafatas, enfermeras, fisioterapeutas… y por un tiempo prostitutas. Llegados a este punto las discusiones giran en torno a lo de siempre, las que no han llegado a esto por una situación de trata, se dice que «lo hacen porque quieren», «lo han elegido ellas», «nadie les obliga a trabajar con su cuerpo» y yo me pregunto y animo a replantearnos y cuestionarnos ¿realmente nadie les obliga? Puede que nadie les haya puesto una pistola y obligado a bajarse las bragas, puede que nadie les halla chantajeado o amenazado, puede que no, pero puede que su situación personal, que la sociedad machista y consumidora de cuerpos femeninos sí les haya «obligado» a aprovechar el momento y hacer un esfuerzo mirando hacia adelante y asumiendo un capítulo más en sus historias personales. Además, me gustaría saber la situación de la prostitución masculina, porque en todas las noticias se habla de cómo ellas tienen que preparase para recibir a los que lleguen al país, pero no he leído ninguna de si va a haber aumento también de la masculina. Estamos asumiendo la realidad de que la prostitución es un negocio de consumo masculino en el que las mujeres son el producto. Pero cuando se discute y se habla sobre ello siempre hay alguien que justifica esta situación poniendo a las mujeres como regidoras de ésta y a los hombres como «víctimas» pasivas. Como simples consumidores de un artículo, como a quien le apetece un helado y va a comprarlo. Pero qué papel tienen las mujeres aquí, me parece que la pregunta se contesta ella sola. Los hombres consumen y ellas sirven. Y las mujeres que acudan al evento o hacer turismo ¿consumirán?.
Pero, realmente por qué se ha hecho tanto hincapié en el uso de métodos anticonceptivos. ¿Por proteger a las chicas y chicos? no. Porque sobre esta historia hay otra, la del Zika. Ahí está el quid de la cuestión. Una de las formas de propagarse es vía sexual y nos preocupa mucho muchísimo que los turistas, atletas y demás personas que acudirán y estarán presentes en los juegos nos traigan el virus. Claro que es una cosa muy importante y que es necesaria esta concienciación, pero tampoco hay que olvidar que es igual de necesaria la concienciación de la manipulación de los cuerpos como instrumentos de placer, de asegurarse del consentimiento y de que el respeto siempre tiene que viajar con nosotrxs, seas atleta, turista o quien seas.